Admiro, alucino y me sorprendo con el ser humano mortalis engullendo todo lo posible; disfruto, especialmente, comiendo FLORES.
Se comen y hemos comido tiernos Claveles, aromáticas Rosas (de cuya familia - Rosáceas -tambièn es la frutilla) y ricos fideos espolvoreados con diminutas, etèreas, flores de Olivo; tenuemente amarillas, como sol de invierno.
Se comen muchas flores pero de ellas ninguna màs popular y jodida que el Alcaucil.
Hermoso cuando flor, ya abierto es incomible; hermoso también antes, cuando a punto para ser decorazonado.
Disfrutamos - cuando podemos - los alcahuciles frecos, en su momento, estacionales como ninguna flor - verdura.
Disfrutamos - siempre - los corazones de alcauciles en conserva, esos que a fuerza de frasquito nos sostienen la ilusiòn el resto del año.
Temibles por ser portadores de una sustancia amarga y astringente - la cynarina - (sí, de donde viene el nombre del aperitivo "Cynar") que literalmente destruye cualquier compañía vínica o cervezal y sólo se sostiene con agua fría.
A pesar de ello, los alcauciles son pasión en lata; y por ello compartimos con los amigos de Nepente, las varias marcas que hemos probado, sólo para informar y orientar.
Los alcauciles en conserva vienen en dos variantes: en Aceite - generalmente de Girasol - y o en "conserva - es decir, en salmuera . Los primeros más gustosos para comer solos; los segundos màs apropiados para cocinar.
Comenzamos entonces por Ñorquinco; corazones de alcauciles "en aceite comestible" según reza su etiqueta ("No, si vuá sé en aceite de auto!", diría un cordobés...).
La misma etiqueta que dice: " Es normal que el aceite presente ligera turbiedad"; la info está en
http://www.norquinco.com.ar/; info@norquinco.com.ar
TeleFax: 4639-0555
DEGUSTACIÓN:
Los alcauciles son ricos, algo grandes y rústicos; el aceite es sabroso pero se nota como pesado.
Son populares, no caros.
Tienen un BUENO
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